'LOS COMUNEROS DE CASTILLA' DE JUAN PLANELLA, «UNA VENTANA» A LA REVUELTA DE LAS COMUNIDADES

Especialistas en el ámbito histórico y artístico se reunieron el jueves 17 de noviembre de 2022 en las Cortes de Castilla y León en una jornada en torno a «'Los comuneros de Castilla' de Juan Planella y Rodríguez. Un cuadro para la historia». La gran obra del pintor barcelonés se somete a un complejo proceso de restauración en las Cortes de Castilla y León, donde se exhibirá de forma permanente cuando concluyan los trabajos encaminados a otorgarle una «segunda vida».

Las sesiones abiertas por el presidente de las Cortes de Castilla y León y de la Fundación de Castilla y León, Carlos Pollán, y el rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos —quienes se felicitaron por esa nueva vida del lienzo—, sirvieron para situar la pieza en su contexto histórico y artístico.

La catedrática de Historia Moderna de la Universidad de Burgos, Cristina Borreguero Beltrán, calificó el cuadro de Planella como «una ventana a los acontecimientos históricos», concretamente a los relacionados con la revuelta de las Comunidades. El propio motivo de la pintura, que representa a los comuneros saliendo de Valladolid, suscita distintas hipótesis entre los estudiosos, ya que no se sabe a ciencia cierta el destino de esa marcha y se barajan lugares como Villalar o Ampudia. Lo que sí puede darse por seguro, ha precisado, es que refleja «una expedición al campo de batalla».

El director de la Cátedra de Estudios Municipales de la Universidad de Valladolid, Alfonso Carlos Merchán Fernández, ahondó en el contexto histórico del momento reflejado en la obra de Planella y señaló el «acierto de tener un cuadro tan emblemático» en un edificio como el que sirve de sede a las Cortes de Castilla y León. El experto calificó el Movimiento Comunero como un hecho que «cae simpático» en el ámbito de la historiografía, «independientemente de su enfoque», porque sus protagonistas «fueron valientes». «Sabían que iban a perder, pero dieron la batalla» y «lo perdieron todo por sus ideas», remarcó.

En el contexto artístico se situaron las intervenciones del jefe de Conservación de Pintura del Siglo XIX del Museo Nacional del Prado, Javier Barón Thaidigsmann, y del profesor de Historia del Arte de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona Juan Carlos Bejarano Veiga. El representante de la pinacoteca enmarcó la obra de Planella y Rodríguez en la línea de la pintura histórica del momento en el que se pintó (1887), cuyos motivos predominantes reflejaban asuntos relacionados con los siglos XV y XVI y con el mundo de la Roma Clásica.

La figura y la producción pictórica de Planella fue abordada por Bejarano Veiga, quien analizó la aportación del artista entre sus contemporáneos y situó su cuadro 'Los Comuneros de Castilla' como parte de una obra dominada por asuntos sociales y escenas de campesinos. El lienzo, «probablemente el más grande que pintó», fue el último de temática histórica del autor. ¿Qué le llevó a tratar un episodio como el de los Comuneros, ajeno a su tierra?¸ se preguntó el profesor, para quien la respuesta tiene que ver con la popularidad de ese relevante acontecimiento del siglo XVI.

jornada

Al terreno concreto de la restauración de 'Los Comuneros de Castilla' se ciñeron dos de las implicadas en el proceso, la directora de restauración de Patrimonio Inteligente de Castilla y León, Ana González Obeso, y la restauradora del Museo Nacional del Prado Lucía Martínez Valverde.

Ana González detalló los pasos dados en el tratamiento de esta gran pintura que supera los 7,5 x 4,5 metros y sufre un deterioro causado por el paso del tiempo y unas condiciones no siempre idóneas de conservación. Deformaciones, pérdida de capa pictórica y pliegues, entre otros problemas, han obligado a realizar «injertos en zonas donde había pérdidas de soporte», así como labores de «estucado con textura». El proceso ha deparado alguna curiosidad, como comprobar que se conservan restos de una segunda firma, un hecho atribuido a que por sus grandes dimensiones se expuso en algún momento en un bastidor más pequeño, lo que obligó a doblar la parte de la tela donde aparecía el nombre del autor y lo firmó de nuevo.

Sobre el avance de la restauración, Lucía Martínez aclaró que «todavía falta mucho por hacer», y apenas se ha llegado al «ecuador» de los trabajos. No obstante, la restauradora del Prado celebró haber llegado al «momento soñado» de «tener el cuadro en vertical» y, aunque señaló las dificultades del un proceso que requiere la «reintegración de partes perdidas» de la pintura, se mostró optimista respecto al resultado final. «Ningún cuadro ha conseguido vencernos y este no conseguirá vencernos», concluyó.

La jornada, organizada por la Cátedra Fundación de Castilla y León de la Universidad de Burgos, con apoyo de la empresa encargada de la restauración, Patrimonio Global (antes denominada Patrimonio Inteligente), y la colaboración del propietario del óleo, el Museo Nacional del Prado, finalizó con una visita al lugar donde se realizan los trabajos, con la gran obra ya en la ansiada posición vertical.